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Tras la trágica gota fría que afectó principalmente a la provincia de Valencia en vísperas del día de Todos los Santos, estudiantes de la Facultad de Economía y Empresa, junto con estudiantado de otros centros, estuvieron recogiendo alimentos, agua y material para enviar a las zonas afectadas y ayudar a las familias que tan mal lo estaban pasando.
Fruto de esa iniciativa se planteó acudir a la zona para ayudar ante tanta necesidad, ya fuera en tareas de limpieza y desescombro, logística o en lo que se pudiera. Con la generosidad de Autocares Murillo, Grupo La Veloz S. Coop y Tiebel S. Coop., así como con todo lo donado por nuestra Facultad y por la Facultad de Ciencias de la Salud, así como por familiares y amigos de alumnos y alumnas, se preparó un convoy formado por un autobús, dos furgonetas cargadas de material y un vehículo particular, que llegó en la mañana del sábado 9 de noviembre a la Escuela San Blas en el pueblo de Albar. Estuvimos 52 personas.
El objetivo era colaborar en la limpieza del colegio (el cual no se podía abrir al público si no se retiraban los lodos de la zona exterior), en la limpieza del instituto y en atender pequeñas curas aprovechando que nos acompañaba un grupo numeroso de estudiantes de Ciencias de la Salud y una enfermera profesional como es Maite Fernández, que preparó el puesto de atención y curas. Además, Rosa y Raquel, pertenecientes al AMPA del colegio estuvieron ayudándonos y colaborando en todo momento.
Se consiguió el objetivo principal: ayudar y cuidar de igual forma que nos gustaría que nos hicieran a nosotros si nos pasara lo mismo. También se limpió el colegio en su totalidad, se ayudó en la limpieza del instituto (junto a bomberos y ejército), se practicaron pequeñas curas en el puesto y en alguna vivienda (a personas que no se podían desplazar), se ayudó a los vecinos (descargando camiones, limpiando garajes…), etc.
Se dio todo lo que se pudo… y seguro que se recibió mucho más. El trabajo y el servicio no han acabado porque la vida sigue. Volveremos a Valencia a seguir trabajando (queda mucho) y no olvidaremos aquellos días en los que, por ganas de aventura, por sensibilidad, por empatía o por puro amor, la “generación de cristal” dejó de serlo.
Gracias a todo el grupo y a todas aquellas personas que, sin poder ir físicamente, también habéis estado.
Por Juan Camón. Profesor del Departamento de Contabilidad y Finanzas de la Facultad de Economía y Empresa