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La tecnología blockchain está suponiendo una auténtica revolución que poco a poco se va incorporando a la realidad empresarial. Pero ¿qué es exactamente el blockchain?
La tecnología blockchain consiste en bloques de información unidos en forma de cadena. Cada uno de esos bloques posee 3 características fundamentales: (1) información, por ejemplo, datos relativos a un contrato de compraventa; (2) hash, es un número identificativo único para cada bloque; y (3) hash del bloque anterior, lo cual permite la unión segura entre los diferentes bloques de la cadena.
Las ventajas del blockchain se derivan de su estructura. En primer lugar, el hash de cada bloque depende de la información contenida, de tal manera que si la información cambia el hash cambiará también y la cadena se romperá. En segundo lugar, todos los usuarios de blockchain (que pueden ser centenares de miles) poseen una copia de la base de datos, por lo que si uno de los usuarios modifica su copia el resto de los usuarios se van a enterar de forma inmediata. Todo ello hace que la estructura de blockchain sea muy segura, pues es la enorme comunidad de usuarios quien certifica en cada momento la integridad de la información. Una implicación inmediata de todo ello es que se reducen los costes de transacción, ya que no son necesarios intermediarios cuya única función es certificar una operación (e.g., bancos, notarios). La certificación de las operaciones la realiza la comunidad de usuarios.
Las aplicaciones más conocidas de la tecnología blockchain son las criptomonedas, siendo la más conocida el Bitcoin, si bien existen otras muchas, algunas de ellas promovidas por grandes empresas. Incluso existen iniciativas de los bancos centrales, como el proyecto del Euro Digital, que se sustentan en parte en el uso de blockchain.
El uso de las criptomonedas es diverso. Probablemente, la mayor parte de nosotros asocia el Bitcoin a movimientos especulativos en torno a su valor y que de forma recurrente aparecen reflejados en los medios de comunicación. Es cierto que son muchas las personas que dedican su tiempo a especular con criptomonedas o a generarlas (la denominada minería de criptomonedas, que implica la realización de complicadísimas operaciones matemáticas para crear criptomonedas). Sin embargo, el consumidor final también puede verse beneficiado del uso de esta tecnología aplicada a los medios de pago. En este sentido, cada vez son más las empresas que apuestan por las criptomonedas como medio de pago, gracias en parte al apoyo de proveedores de servicios financieros como Visa y MasterCard, o de bancos de primer nivel, como el BBVA.
Algunos estudios apuntan que un tercio de las PYMES en EE. UU. aceptan las criptomonedas como medio de pago. El turismo es uno de los sectores más implicados. Por ejemplo, empresas como Destinia o Expedia ya aceptan Bitcoin para contratar sus servicios. Recientemente, la plataforma de compraventa de criptomonedas Criptan ha llegado a un acuerdo con Mirai, un proveedor de servicios a cadenas hoteleras, que permitirá el pago con criptomonedas en marcas como Senator, Valentin Hotels, Room Mate Hotels, hoteles Siliken u Only You Hotels, entre otras.
Sin lugar a duda, en los próximos meses veremos como el número de empresas que aceptan el uso de criptomonedas como medio de pago aumenta de forma considerable. Estaremos atentos.
Miguel Guinalíu, PhD
Profesor Titular de Universidad
Dpto. de Dirección de Marketing e Investigación de Mercados
Universidad de Zaragoza (España)
guinaliu@unizar.es
https://guinaliu.es