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La afectación del virus en “lo social”. Certezas y dudas
La pandemia del Covid-19 está teniendo un impacto multidimensional a nivel mundial. Así está afectando a diversas esferas: sanitaria, económica, societal, cultural, etc. En primer lugar, estamos en una crisis sanitaria extraordinaria. Con los datos actuales (27 de marzo) está afectando a más de 175 países, más de 530.000 personas, de las que cerca de 25.000 han perdido la vida (¡¡OJO!!! los datos disponibles y su comparación debemos tomarlos con mucha cautela, hay sesgos importantes en la recogida de información sobre contagios y muertes). Por tanto, es una crisis a escala planetaria. No sabemos todavía el alcance final, la solución se ve lejana y parece que vendrá del mundo de la biotecnología. La pregunta clave es ¿volveremos al mismo punto de partida una vez acabada la crisis sanitaria?
Bajo un impacto brutal sobre nuestras vidas (miedo, temor, ansiedad, etc.) nos lanzamos a hacer análisis a toda velocidad. Maffesoli nos habla de esta crisis sanitaria como un indicador de una crisis civilizacional. Desde nuestro grupo de investigación, José Ángel Bergua ha analizado las implicaciones del catastrofismo y los efectos del estado de alarma.
Solemos señalar grandes cambios estructurales en cada una de las crisis vividas. Una cosa se vislumbra con claridad, la sociedad que salga de esta crisis será diferente a la actual. ¿Serán cambios coyunturales? O bien, ¿tendrán un calado más profundo, permanente y estructural? Una primera conclusión. Una certeza. La ilusión de la seguridad infinita con la que vivíamos en las sociedades avanzadas se ha difuminado de un brusco plumazo. Nos hemos vuelto de repente mucho más vulnerables. O mejor dicho, el sentido de vulnerabilidad, fragilidad e incertidumbre se ha extendido a toda la sociedad. Ha dejado de ser exclusivo de algunos grupos sociales. La idea contemporánea de seguridad se ha derrumbado bajo nuestros pies. La inseguridad nos ha mostrado el sentido contingente de los seres humanos. El espejismo era que nuestras sociedades eran seguras, previsibles y estaba todo bajo control. El virus Covid-19 nos ha despertado de ese sueño. Los expertos y los científicos hacen previsiones diferentes sobre la evolución de la pandemia. En este escenario incierto los países improvisan distintas respuestas ante la misma. Los ciudadanos andamos perplejos ante la respuesta de los científicos y de los políticos para resolver la crisis sanitaria. En España, nuestro sistema sanitario empieza (en el momento de escribir este texto) a colapsar en algunas Comunidades Autónomas. No estábamos preparados para una catástrofe como la actual. Así la preocupación, las encuestas muestran que la angustia y el miedo se están apoderando de una parte importante de la ciudadanía.
Se comienza a hablar de cambios de paradigma, de cómo va a ser el mundo después del coronavirus. Sin embargo, de momento solamente sabemos que no sabemos lo que va a ocurrir. Mis clases de sociología comienzan con la siguiente afirmación: las sociedades actuales están caracterizadas por evidencias que se desvanecen, antiguas certezas que se convierten en dudas y seguridades que se transforman en incertidumbres. Seguro que el próximo curso se comprende mejor esta afirmación.
Entre los muchos procesos de cambio que se están produciendo, nos vamos a centrar en dos efectos que el virus está teniendo sobre lo social. Por un lado, sobre la vida cotidiana. Por otro, atenderemos a algunos valores que están emergiendo en la sociedad.
La vida cotidiana. El obligado distanciamiento social ha modificado nuestra vida cotidiana. En la sociedad familista española todavía se aprecia con mayor profundidad. Nos resulta dramático dejar de ver a nuestros familiares, amigos y compañeros de trabajo. Tiene un impacto en lo afectivo, las relaciones de pareja, etc. También nos duele no poder acompañar a nuestros seres queridos en la enfermedad o ante la pérdida de ellos. Por otro lado, las densas relaciones sociales se han disipado abruptamente, manteniéndose a distancia a través de los dispositivos electrónicos. La libertad de movimientos se ha reducido a partir del Estado de Alarma. ¿Estos cambios son momentáneos o permanentes?
Los valores. ¿Qué impactos está teniendo esta crisis en los valores de la sociedad española? Las encuestas muestran que vamos a salir más temerosos pero más solidarios. Ante las graves dificultades actuales, ha emergido una ola de creatividad social, cooperación, solidaridad y sentido de comunidad. Han aparecido infinidad de propuestas de colaboración en la elaboración de materiales sanitarios de protección, solidaridad con los más vulnerables, etc. ¿Esta explosión de solidaridad continuará después de la pandemia?
Como vemos tenemos más preguntas que respuestas debido a que todavía debe pasar un tiempo para conocer la evolución de las cosas esenciales. Dos ideas para terminar. La primera, el futuro está co-determinado por el pasado, nuestras acciones ya realizadas, si bien hoy todavía podemos actuar. Y el grado de determinación /indeterminación será medido por las posibles influencias de nuestras acciones. La segunda, lo social no se reduce a lo colectivo o a lo general, sino reside en los pliegues más singulares de cada individuo, por tanto, debemos atender a los pliegues singulares que este virus deja en cada uno de nosotros. No a todos nos va a afectar por igual. Iremos viendo.
David Pac Salas. Profesor de Sociología. Miembro del Grupo de Investigación Sociedad, Creatividad e Incertidumbre (GISCI). Universidad de Zaragoza